viernes, 14 de noviembre de 2008

EL AMARGO VIAJE A NINGUNA PARTE.





El ex dirigente socialista
Joaquín Leguina tacha en su blog (www.joaquinleguina.es) de "mentirosos y calumniadores" a quienes vienen asegurando que la amnistía general decretada en 1977 fue una forma de "amnesia" hacia las víctimas del franquismo y cuestiona que el juez "Garzón y sus mariachis" estén ahora tratando de imponer su memoria.

Asimismo, el político califica al periodista de La Ser y El País, Josep Ramoneda, de “predicador”. Leguina lanza una pregunta retórica a Ramoneda : “¿Dónde estaba este progre a la violeta mientras los demás hacíamos lo que podíamos?”

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Es desesperantemente triste observar como un hombre con el currículum de Joaquín Leguina ha entrado en esa deriva personal que le lleva a descalificar de forma burda y maliciosa a personas como Garzón o Ramoneda, con la única finalidad de castigar con la carambola, a quien considera su gran enemigo y el causante de todos sus males, el presidente Zapatero.

Las descalificaciones son burdas en tanto que llamar “Garzón y sus mariachis” y “progre a la violeta” no son formas propias de una persona con su bagaje intelectual, y además son maliciosas, porque un hombre con el poso académico de Joaquín sabe, y nadie debería recordárselo ni siquiera en un sitio tan modesto como esta bitácora, que los “crímenes de lesa humanidad” no están amparados por amnistías ni prescriben, según lo establecido por el Estatuto de Roma. Pero aún en el supuesto ( dudoso) de no aplicabilidad de la ley penal internacional, un juez está siempre obligado a investigar unos hechos con visos de certidumbre que provengan de una denuncia; otra cosa distinta será la exigencia o no de responsabilidades penales a las personas que cometieron dichos crímenes, pero la investigación y búsqueda de los cuerpos y fosas no solo es un derecho que los familiares de las víctimas tienen, es un deber que se ha de exigir a toda sociedad con un mínimo de decencia para con sus ciudadanos. Una decencia que como en un sistema de vasos comunicantes, en el caso del señor Leguina se ha ido convirtiendo en inquina, aumentando el volumen de esta última y descendiendo el de la primera.

Ya está tardando Sr. Leguina en coger el amargo camino a ninguna parte de Gotzone Mora, Cristina Alberdi y Rosa Díez, uno debe ser consecuente con sus ideas y no permanecer ni un segundo de más en el lugar equivocado.


jueves, 13 de noviembre de 2008

LA PETITA ZEBRA.



La meva filla va voler que li expliqués un conte mai contat:



Fa molts i molts anys, totes les zebres eren de color negre i vivien en el país de les zebres, un regne ple de camps d´herba on podien menjar i viure sense que ningú les molestés.

Un dia va arribar al regne de les zebres un gran Lleó. El Lleó cada dia anava al lloc on vivien les zebres, y s´en menjava una. Les zebres espantades per la presencia del lleó, van convocar una reunió per mirar de trobar solucions. Una de molt vella i amb molta experiència va dir que el millor que podien fer totes era marxar a un altre lloc, i buscar noves pastures on no hi anessin els lleons, les demés no hi van estar conformes perquè al regne de les zebres hi havia molta herba per menjar i a més era el seu país. Una altre de molt forta i valenta proposà enfrontar s´ hi i defensar-se a coces amb les potes, però tothom va estar d´ acord en que el lleó era molt mes fort que les zebres i enfrontar s´ hi encara l´ enfurismaria més.

Llavors una petita zebra molt llesta va tenir una idea.

.- Si mireu a l´horitzó veureu que les herbes dels prats semblen milers de ratlles que es mouen al compàs del vent. Potser si ens pintem el cos de ratlles, el lleó que te la vista molt dolenta, ens confondrà amb les herbes i passarà de llarg.

Totes les zebres van posa-se a riure i es burlaven de l´idea de la petita Zebra, que trista i avergonyida s´allunyà del grup. Però com que era molt tossuda en arribar al riu, en un lloc on el fang era de color blanc, es va anar pintant unes ratlles blanques per damunt de tot el cos.

En aquell moment va arribar el Lleó i totes van fugir, menys la petita zebra que molt espantada es va quedar quieta al ben mig del camp, li tremolaven les cames i la por no la deixava moure del lloc. Les demés la van veure i la cridaven perquè es posés a corre, però la petita zebra es quedà paralitzada mentre el Lleó s´acostava perillosament. En arribar al seu costat el Lleó no la va veure, va confondre les ratlles del seu cos amb les herbes dels camps i va marxar amb un pam de nas.

De ençà que les zebres tot i que neixen de color negre es pinten el cos amb ratlles blanques, i als lleons els hi costa molt veure-les entre els matolls del camps.

De vegades una petita idea es mes poderosa que la força d´un lleó.


Vet aquí un gos, vet aquí un gat aquest conte s´ha acabat.

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Mi hija me pidió que le contara un cuento que nunca se hubiera contado.


Hace muchos muchos años,
todas las cebras eran de color negro y vivían en el país de las cebras, un reino lleno de campos de hierba donde podían comer y vivir sin que nadie las molestara.

Un
día llegó al reino de las cebras un gran León. El León cada día iba al lugar dónde vivían las cebras, las atacaba y se comía una. Las cebras asustadas por la presencia del enorme felino convocaron una reunión para encontrar soluciones. Una cebra muy vieja y con mucha experiencia, dijo que lo mejor que podían hacer todas era marcharse a otro lugar y buscar nuevos pastos donde no hubieran leones, el resto no estuvo de acuerdo, porqué en reino de las cebras había mucha hierba para comer y además era su país. Otra muy fuerte y valiente, propuso enfrentarse al león y defenderse a coces con las patas, pero todo el mundo estuvo de acuerdo en que él, era mucho mes fuerte que las cebras y que plantarle cara todavía le enfurecería más.

Entonces
una pequeña cebra muy lista, tuvo una idea.


.- Si miráis al horizonte veréis que las hierbas de los prados se asemejan a miles de rayas que se mueven al compás del viento. Quizás si nos pintamos el cuerpo de rayas, el león que tiene la vista muy mala, nos confundirá con las hierbas y pasará de largo.



Todas las cebras se pusieron a reírse, y se burlaban de la idea de la pequeña Cebra, que triste y avergonzada se alejó del grupo. Pero como era una cebra muy terca al llegar al río, en un lugar dónde el barro era de color blanco, se fue pintando unas rayas blancas en todo el cuerpo.

En aquel momento llegó el León, y todas las cebras huyeron menos la pequeña cebra que muy asustada se quedó quieta al bien medio del campo, le temblaban las piernas y el miedo no le dejaba moverse del lugar. Las demás la vieron y le gritaban para se pusiera a salvo, pero la pequeña cebra se quedó paralizada mientras el León se acercaba peligrosamente. Al llegar a su lado no la vio, confundió las rayas de su cuerpo con las hierbas de los campos y se marchó con un palmo de narices.

Desde entonces las cebras aún naciendo de color negro se pintan el cuerpo a rayas blancas, y a los leones se los cuesta mucho verlas entre los arbustos del campo.



A veces una pequeña idea es más poderosa que la fuerza de un león.



Y colorín colorado este cuento se ha acabado.



martes, 11 de noviembre de 2008

LA MANADA (6)





Los
lobos solitarios, son aquellos que abandonan su manada de origen, pueden crear una nueva manada al emparejarse con otro lobo/a que abandone su mismo, u otro, grupo; o bien puede seguir como solitario.

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Aquel verano iba agotando sus días sin que yo pudiera reunir el suficiente valor para decirle a Loli que me iba a Madrid durante cinco años, cada vez que quería enfrentarme a la situación algún acontecimiento generaba una excusa para posponer la conversación con ella, en cada ocasión propicia, un beso o una mirada infinita de sus ojos azules me mantenían mudo a su lado. Los años me han enseñado que las personas nos auto-engañamos durante nuestra vida en multitud de situaciones, y una de ellas era aquella, había planificado perfectamente la argumentación; que solo sería una separación temporal, la necesidad de generar un futuro para los dos que nos sacara del barrio, y a ella del bar donde consumía lentamente su vida entre copas y humo, la posibilidad de vernos en navidad, semana santa, verano y algún fin de semana cada año… pero sabía en el fondo que era el final de nuestra relación, que me arriesgaba a perderla para siempre y que aceptar aquella beca había sido como vender mi alma al diablo y sacrificar la felicidad de estar con el amor de mi vida.

Un sábado de agosto por la noche nos reunimos en el garaje de Can Pistraus, habitualmente el tío del “jefe” los sábados por la noche tenía servicio, acompañaba al “senyor Mingu” a unas extrañas reuniones en un castillo del Montseny (Edu nos había contado que se juntaba la flor y nata de Barcelona en una especie de sociedad secreta), y no regresaba hasta bien entrada la mañana del domingo. Durante su ausencia organizábamos unos tremendos guateques en aquel garaje con un enorme equipo de música que el bueno del “tuerto” había conseguido “distraer” del almacén de Galerías Preciados gracias a la colaboración de Manolo. El equipo era demasiado grande como para transportarlo en tren desde Barcelona, además, sacarlo de la tienda por la puerta era imposible sin llamar la atención del vigilante, así que Miguel planificó con Manolo una estrategia que no podía fallar; “el tuerto” introdujo el equipo en un enorme saco de plástico que se utilizaba para la basura y lo dejó, sin sacarle el ojo de encima, en el espacio de rechazos cerca de la puerta del almacén. Manolo la misma tarde se trasladó hasta Barcelona con el camión de la basura y se plantó en la puerta, con la ayuda del “tuerto” cargaron el equipo y otras bolsas de basura y el equipo voló en tan excelso transporte hasta el garaje de Edu.

Sobre las dos de la mañana y con mucha ginebra en el cuerpo me decidí a explicárselo todo, en aquel momento sonaba "Help" de Tony Ronald, la canción del verano del año 73, y Loli bailaba en la pista contorneándose como una serpiente de cascabel, dejé que terminara la música y cogiéndola de la mano le pedí que saliéramos, que teníamos que hablar. Dimos un paseo hasta la puerta de su casa y le conté toda la historia, la solicitud que mi padre había remitido en su día, la respuesta afirmativa de “la Caixa” y mi intención de aprovechar aquella oportunidad, Loli me miraba con aquellos ojos magnéticos cubiertos de lágrimas sin decirme nada. Siempre supe que era una chica lista, pero su respuesta me confirmó que lo era mucho más que yo.


.- Nunca debí liarme con un chico tan inteligente como tú, sabía que no ibas a poder evitar hacerme daño. Lárgate a tu universidad, conviértete en un abogado brillante y no fracases, que te sirva para algo la putada que me haces.


De nada sirvió que le prometiera verla cada mes, le supliqué que no me dejara, pero en realidad ella solo me abrió la puerta para que volara, consciente como mi padre, de que era lo mejor para mí. Me dio un último beso en la mejilla y se fue llorando, no quiso volver a verme; una mañana de septiembre cuando salía con mi padre en dirección a la estación para coger el tren que me trasladaría a Madrid, le vi observarme desde detrás de los sucios cristales del bar Rute y adiviné que me lanzaba un beso de despedida con la mano.