viernes, 20 de abril de 2007

carta al presidente Zapatero


Apreciado Sr. Presidente Zapatero:

Cuando hace mas de tres años, Ud. recorría la geografía española pidiendo el voto para su partido, nadie o casi nadie daba un €uro por su victoria en las urnas al frente de un partido que llevaba ya 8 años de travesía del desierto, y al que muchos auguraban otros tantos.
Después ocurrió lo fatídico, aquella terrible bomba que segó la vida de casi 200 personas, y que puso al descubierto nuestra fragilidad, nuestra terrible y solitaria fragilidad, y porqué no decirlo, la burda maniobra del gobierno de aquel entonces para ocultar las causas de la matanza y crear dudas sobre la autoría de la misma.

Ud. ganó las elecciones y empezó una etapa de gobierno ilusionante para muchos, que el partido popular ha intentado e intenta deslegitimar cada día con sus actuaciones. Pero no es esta deslegitimación constante a la que le someten los principales dirigentes del partido popular, sus voceros mediáticos , o desde sectores de los órganos de gobierno de la Iglesia Católica e incluso desde sectores del propio Poder Judicial el principal peligro que se cierne sobre Ud; Porqué tal deslegitimación, no le cuestiona a Ud. como persona, sino a la figura institucional que representa, y por ende a todo el sistema democrático. Lo cierto es que dicha deslegitimación crea causa, o mejor dicho es la causa de la coartada que podrían tener ciertos sectores involucionistas para pensar en atentar contra su persona.
Todos sabemos y si no, deberíamos saberlo, que en la Europa del año 2007 no caben aventuras totalitaristas al estilo del 23F, pero cuando toda la crítica política de un gobierno se centra en la persona del presidente del mismo, cuando se criminaliza al presidente de la nación de la forma en la que se está haciendo últimamente, se pone en el punto de mira de un rifle a la persona que encarna la institución, y ese si es un peligro real, cierto y posible, porqué la locura no precisa de planes ni estrategias complejas, sino de un loco y un arma, y hoy este caldo de cultivo de odio y rencor está incubando locos y monstruos.

Apreciado presidente, cuídese y cuide de su familia, porqué mucho me temo que no acabará aquí el acoso, y que los sectores mas reaccionarios de este país seguirán su cacería hasta el final, y si el final no les gusta aparecerán los locos y los monstruos.