jueves, 2 de octubre de 2008

¿NEW AGE?






Uno en estos tiempos de crisis acaba por preguntarse si es solo económica o estamos sumidos en una profunda crisis social desde hace algunos lustros. Que los ciudadanos están perdiendo todo interés por la política es un hecho tan evidente e inexorable como el aumento de la temperatura de los casquetes ( en el buen sentido de la palabra) polares, o la degradación del valor culinario de los tomates de invernadero. Ello no es el resultado del capricho de la gente, ni unicamente producto de un sistema educativo pobre en valores y principios, es la constatación por parte del común de los ciudadanos del escaso talento, preparación y capacidad de liderazgo en los momentos cruciales de la historia de sus representantes políticos.

Observar el último debate entre Mas y Montilla en el Parlament de Catalunya produce tal desasosiego en el televidente por la planicie intelectual que se nos abre en el horizonte, que obliga a echar mano de la valeriana ( si no acudir a fármacos más potentes) para evitar un ataque de ansiedad. En el mismo caso se encuentra uno si acude a la política estatal, de muestra un botón; a las estúpidas acusaciones sin pruebas del representante del Partido Popular a la Ministra Magdalena Álvarez, contestación de la aludida con un "esto no me lo dices tu en la calle".

Todo ello sin entrar a valorar la falta de liderazgo mundial de la primera potencia del planeta, que a la postre está inmersa en una crisis financiera provocada por ella misma, por la laxitud de sus organismos de control, o la actitud cansino-funcionarial de la Unión europea ante los desafíos planteados por Rusia, Irán, Corea del Norte, el eje bolivariano...

Tampoco ayuda demasiado el estado de descomposición ética y estética de los medios de comunicación , la sonrojante alineación de los mismos en bandos irreconciliables, la irresponsabilidad de algunos y la vacuidad periodística de la mayoría de analistas políticos, empeñados en mirar la punta del dedo que señala a la luna.

Sin ánimo de querer ser catastrofista esto tiene pinta de fin de época, de caídita de un imperio y del inicio de uno de los periodos de oscuridad en los que se sume ciclicamente la humanidad. Con los líderes actuales la sensación que tenemos algunos es de viaje a ninguna parte, de decadencia galopante de las estructuras organizativas de la sociedad occidental y del cambio de los valores y principios por los que nos hemos estado rigiendo durante los últimos 60 años por otros de carácter incierto, del fin de la estabilidad de un "status quo" internacional basado en un sistema de bloques, a la sustitución por otro compuesto por multitud de potencias emergentes con graves carencias en el respeto a los Derechos Humanos y el control regional por parte de las mismas.

Oigan, no me hagan demasiado caso, al final esto no deja de ser parte del juego y nosotros somos meros espectadores, como ya comenté en un artículo anterior, cojan las palomitas y una cervecita y procúrense un buen asiento, momentos históricos como el que nos ha tocado vivir no suceden todos los siglos. También les ocurrió en su día a los ciudadanos de Roma y acabaron cambiando los mosaicos de mármol por pieles de oso, la capacidad de adaptación del ser humano es ilimitada.

"Alea jacta est".

lunes, 29 de septiembre de 2008

Fernando Alonso gana Singapur 2008

Un regalito para mis asturianas favoritas.

Y porqué no, para todos/as los demás.

Si este chico llevara el Ferrari de Raikkonen el campeonato haría días que se hubiera terminado.

¡ Montezemolo que no te enteras!