viernes, 18 de julio de 2008

LA VACA.



Aquella tarde Federico acababa de visitar a su último cliente, una pequeña empresa fabricante de fiambreras de PVC. Cuando regresaba a su lugar de trabajo sintonizó una emisora en el reproductor de FM de su Dacia Logan con cristales tintados .

Sonaba el aría Non sperar, se non m'uccidi de Don Giovanni cantada por Montserrat Caballé en la sintonía de Catalunya Radio clásica, con un gesto de fastidio cambió inmediatamente de emisora, en la tertulia de "La Tarde con Cristina" de la COPE Cristina López Schilichting, Elvira Fernández y María Antonia Iglesias se peleaban a cornada limpia por un quítame aquí estos fetos de las clínicas abortistas...

Fue en ese momento cuando al llegar a la rotonda la vio, su presencia le causó un estupor inusitado, una vaca pastando en el césped del centro de la rotonda con porte tranquilo y despreocupada del intenso tráfico, el pacífico animal rumiaba lentamente la fibra contaminada por los restos de colillas, papeles y demás basura que los educados conductores depositaban a su paso en el vertedero improvisado. Federico dió toda la vuelta a la rotonda para observar aquel fenómeno, y fue entonces cuando su atención se distrajo al percatarse de la presencia de Tatiana, aquella joven muchacha bielorrusa a la que tantas veces había visitado. Detuvo su automóvil en el arcén y esperó como siempre a que la joven se acercara con sus enormes tetas a la ventanilla, (no pienses en una vaca se dijo para si mientras aquellos melones rebotaban una y otra vez en el aire).

Tatiana era un ejemplar de hembra exuberante, de aquellas chicas del este de europa que en los últimos años se habían hecho con el control de los putis en este país, pero Tatiana no quería trabajar para nadie, era un modelo de iniciativa empresarial, una trabajadora autónoma por excelencia. Sus 85 kilos de humanidad redondeada se inclinaron sobre el cristal de la ventanilla y con una sonrisa le preguntó:


.- ¿Puedo entrar?

Evidentemente era una pregunta retórica, ella misma abrió la puerta, se introdujo en el interior del vehículo y empezó a deslizar su mano hacía la cremallera del pantalón de Federico . En Onda Cero Julia Otero entrevistaba a la presidenta de la Asociación de Mujeres por la Lactancia Materna, que en aquel momento explicaba la posibilidad mediante un pequeño aparato de extraer la leche y congelarla con posterioridad...

Deja de pensar en la vaca susurró suavemente Federico para si mismo mientras Tatiana culminaba el mejor trabajo de sus últimos encuentros.

lunes, 14 de julio de 2008

AUNQUE LA MEMORIA TE PIERDA Y EL TIEMPO ENSOMBREZCA TU ROSTRO, NADA BORRARÁ TU SONRISA DE MIS RETINAS.




Deseo que me desees,
que bajo la luna llena
susurres que me quieres,
que me acaricies
y me des guerra de la buena.

Que me grites y me empujes
que me odies y me escupas,
quiero que me insultes,
me muerdas, llores
y que me des dolores.

Pero no me mientas
ni te excuses, ni me ignores,
ni conviertas en tedio
lo que fueron bravas tormentas.

No me jodas nena
con tu puta indiferencia.