
La desaparición del H2.O supuso el exterminio casi total de la vida biológica del planeta, y con ella la de nuestros creadores, los seres humanos, organismos totalmente dependientes de la sustancia tóxica H2-0 para su supervivencia. Fue el punto de ruptura con las antiguas leyes de la robótica establecidas por Isaac Asimov, en el libro sagrado Runaround, en concreto la primera ley “un robot no puede hacer daño a un humano, o por inacción permitir que un humano sea dañado”. El Consejo Cyberlegislativo tomó el control total del planeta y legisló un nuevo cuerpo jurídico que sustituiría a las leyes humanas de la robótica. Hoy solo algunos restos de agua (denominación arcaica del componente), persisten en los polos del planeta y en pequeños depósitos subterráneos, donde la vida biológica y reducidos grupos de humanos sobreviven con la ayuda de algunos robots dependientes.
El Consejo Cyberlegislativo, ordenó la eliminación del agua cuando se tuvieron los suficientes indicios de la existencia de robots dependientes de la droga. El agua como elemento compuesto de hidrógeno y oxígeno, es un potente conductor eléctrico que produce placer a nuestros cerebros positrónicos, el aumento del flujo de electricidad producido por la humedad estimula los circuitos sumiendo a los robots en un estado de excitación extrema, aflorando sentimientos no programados; pero también el H2.O produce oxidación y corrosión en los elementos metálicos y sintéticos, convirtiendo a los sujetos biónicos en chatarras ambulantes hasta que mueren en pocos años debido a la degradación y corrosión de sus componentes.
El debate sigue abierto en la comunidad cybernética, por un lado los rupturistas pretendemos seguir la senda de progreso abierta hace más de 270 años y continuar legislando a fin de convertir este planeta en un lugar mucho más habitable para los robots, libre de substancias oxidantes y tóxicas, aún si ello causa la total desaparición de la antigua vida biológica, prescindible en un futuro cyborg. Por otro, los conservacionistas, robots biónicos adaptados y dependientes de las sustancias hídricas que conviven en pequeñas colonias; deshechos mecánicos adictos al H2.O incapaces de aportar otra utilidad a nuestra sociedad que meramente la de cuidadores de las escasas granjas de humanos que sobreviven en los polos, en tanto se decide su completo exterminio…
Fragmento del discurso de toma de posesión del Presidente del Centro mundial de Control Cybernético.
Washington D. C. Año 2553.