sábado, 19 de abril de 2008

LAS MINISTRAS TOMAN EL MANDO.


Unos pocos días después de su nombramiento da la impresión que las Ministras nombradas por el Presidente Zapatero toman el mando de sus respectivos ministerios. Por un lado la Ministra Elena Espinosa se ha prestado rauda a explicar a las 17 Comunidades Autónomas el trasvase (si, lo han leido bien) del ebro a Barcelona, que espero no se produzca nunca, no por que esté de acuerdo con la cochambrosa posición de Camps y Valcarcel, sinó porqué un trasvase del ebro es un agravio a los miles de agricultores del delta que viven de los arrozales, un ataque directo a la propia supervivencia del delta como tal, que precisa un aporte de sedimentos producto del excedente de agua del rio que desemboca en el mar y mantiene ese precario equilibrio de territorio/agua. Pero dicho esto, que no deja de ser una posición personal, me parece bien que la ministra haga una labor pedagógica (frente a los ignorantes) y divulgativa frente a los demás, de lo que significa un trasvase puntual a fin de evitar unas posibles restricciónes del agua que los ciudadanos utilizan para beber, lavarse y cocinar, restricciones que en ningún caso se han dado en Valencia o en Murcia.

Por otro lado, la Ministra de Defensa coge sus maletas y embarazada de 7 meses se nos planta en Afganistán, acompañada del secretario de estado tras 15 horas de vuelo, tres de las últimas en un Hércules de la fuerza aérea (para quien no haya viajado nunca en un Hércules, les puedo decir que es tan confortable como un vagón de ganado en el expreso de Bombay). La ministra elige para su primer viaje, el destino más peligroso de nuestras tropas, donde día si, día también se producen ataques contra el contingente internacional, donde garantizar su seguridad es quizás unos cuantos puntos más complicado que en otros lugares, demostrando así el valor que a todos los soldados se les supone, demostrando también el patriotismo del cual se duda, y demostrando que su embarazo no tiene que ser un obstáculo para el ejercicio de su labor.

Gracias ministras por hacer esfuerzos que desmonten esa visión machista y trasnochada que desde ciertos sectores de la derecha más rancia de este país se difunde, es un alivio (personal) comprobar que han venido a trabajar y no a cumplir con la cuota de igualdad que el Presidente se ha autoimpuesto. Si siguen por este camino, es muy probable que una mayoría de la población española llegue a la misma conclusión a la que yo hace años que llegué, y es que las mujeres tienen una capacidad de trabajo que supera ampliamente la que nos adorna a los hombres (siempre con las correspondientes excepciones a ambos lados), y que además la capacidad de organización y gestión es también mucho más efectiva que la dispersión de la que hacemos gala los machitos, y por tanto entienda que el Presidente se quiera rodear de eficaces colaboradoras.