domingo, 30 de noviembre de 2008

LA MANADA (9)

Pronto llegaron las fiestas navideñas, en las últimas semanas la mujer del coronel y yo solo nos habíamos visto una vez al margen de nuestro primer encuentro, y fue en el ascensor cuando subía acompañada de su marido, un hombre maduro, de baja estatura, con un enorme bigote que se enroscaba en sus extremos como dos grotescos matasuegras. Don Leopoldo era un coronel de intendencia destinado en el Centro de Instrucción de Reclutas de Colmenar Viejo, su único vínculo con el espíritu de la milicia, era aquel uniforme caqui de paseo y la exhibición indecente del arma corta ( me refiero a su pistola reglamentaria), que ostentosamente mantenía colgada del cinto; he de reconocer que en mi inconsciencia juvenil nunca se me pasó por la cabeza que Don Leopoldo descubriera mis visitas a su dormitorio, ni la posibilidad de que aquella Star del 9 corto hablara por él.


El Coronel y su mujer vivían holgadamente de la retribución de aquel, y de las comisiones que recibía del estudio de fotografía que realizaba los retratos de los reclutas en su jura de bandera, "fifti fifti" eran las palabras que utilizó Don Leopoldo para cerrar el trato con el fotógrafo, "mordida" que utilizaba para cubrir los incontables caprichos de su esposa. Ella, una vez en el ascensor, del brazo de su marido y con una mirada complaciente, se dirigió a mi:



.- ¿ Como está tu tía Encarnación, Javi? Leopoldo, Javi es el sobrino catalán de Doña Leonor y Doña Encarnación.


.- ¡Coño, un catalán! Chaval, no te veo los cuernos por ningún lado.



Entre las virtudes (si es que existían) de Don Leopoldo, la diplomacia brillaba por su ausencia, si alguien era el prototipo de fascista en aquellos postreros años de la dictadura, ese era el Coronel, de sus fobias declaradas (rojos, masones y catalanes) estos últimos ocupaban el escalón más alto en su particular podio de elementos indeseables a extinguir. No acerté a responderle, la sola presencia de semejante puerco espín con una pistola colgada al cinto en un habitáculo de 1, 5 metros cuadrados era capaz de intimidar a cualquiera.



.- ¿Te quieres callar animal? No el hagas caso, lo dice en broma.


.- ¿ En broma? ¿ tu eres de los que hablan raro, o de los que hablan cristiano?


.- Cristiano mi coronel, católico, apostólico y romano.


.- Eso está bien chico, no hay en el mundo un honor más grande que el de ser español.



Afortunadamente para mi, el ascensor llegó al tercer piso y me despedí del coronel y de nuestra querida esposa, que me obsequió con un guiño descarado antes de que se cerrara la puerta. Decidí en ese momento que lo nuestro tenía que terminar, yo estaba enamorado de Loli y no tenía intención de jugar a ese juego nunca más.


Aquellas primeras navidades decidí pasarlas en Santa Rosa, necesitaba ver a Loli y que ella se diera cuenta que estaría allí en cada periodo de fiestas, que nuestra relación no tenía porque tener un punto final. Mi madre había preparado una enorme bandeja de canelones para celebrar la comida de mi primer día en casa y yo casi no probé bocado, mi pensamiento solo estaba en acercarme al bar Rute aquel domingo por la tarde y decirle a Loli que la quería y a pedirle que me esperara los años de mi ausencia durante la carrera. Me asomé a la puerta y cuando estaba a punto de entrar, por el cristal observé como apoyados en el futbolín, Loli y Edu se estaban besando. Un frío intenso me recorrió la espina dorsal mientras las lágrimas iban brotando de mis ojos, Pepe que estaba en la barra y me vio, salió corriendo y me llevó a empujones detrás del bloque junto al parque.



.- Javi olvídala… Edu ha reclamado lo que es suyo, es “ el jefe”, y tú sabías que esto tarde o temprano iba a ocurrir.



Pepe es de esas personas que a veces te sorprenden por su clarividencia, parece que nunca esté atento a nada, pero percibe los más nimios detalles, y como no podía ser de otra forma, se percató de los celos de Edu desde el día que presenté a Loli como mi novia a la pandilla. No sé por qué, pero le hice caso, pasé aquellos días encerrado en casa para deleite de mi madre que se desvivía por mis deseos, y regresé a Madrid con el juramento de no volver a ver nunca más a Loli, a Edu y al resto del grupo.


Pronto descubrí que uno de mis peores defectos ( y pecados) era no cumplir a rajatabla los juramentos; al siguiente día de volver, mi tía Leonor me pidió que subiera a casa del Coronel, Doña Elvira había recibido una carta del Ministerio de Economía y Hacienda y dado que yo estudiaba Derecho, le había pedido si podía explicarle de que trataba.


Recordé en ese instante una canción de Simon & Garfunkel que había sonado años atrás, y con una triste sonrisa subí a cumplir el encargo de Tía Leonor.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Este en vez de” el coronel no tiene quien le escriba” es el Coronel no tiene quien le quiera. Tampoco es de extrañar- eso sin entrar en connotaciones políticas-

A la mujer lo mismo se le puede aplicar aquellos primeros versos de aquel poema dedicado a la mujer ajena:



Tal vez guardes mi libro en
alguna gaveta,
sin que nadie descubra cuál relata su historia,
pues será
simplemente, los versos de un poeta,
tras de arrancar la página de la
dedicatoria...



Pero esta en vez de libro, en la declaración de la renta que es mucho menos romántico.

En resumen, tanto lío para decir que me sigue gustando

Y además, me encanta la canción


Mercedes

Anónimo dijo...

No podías haber escogido mejor canción. Sigo leyéndote. Me gusta.

Besazo para Doña Mercedes también.

Niña hechicera dijo...

Me gusta el relato....creo q indagaré por tu blog para conocer más sobre la historia...
Ahhhh !!!esas pelis ñoñas americanas,qué gustito verlas un sábado, desde el sofá comiendo patatitas,no??

(esto ya da para un post;))

kiko dijo...

-chaval, no te veo los cuernos por ningún lado....

hombreee, ya está muy manida esa frase, no?? (oficial y caballero,la chaqueta metálica,el sargento de hierro..)

Capitulo de transición, espero q ahora llegue el desmelene madrileño del joven estudiante ya liberado de la moza provinciana, ah y no me lo metas en la tuna por favor¡¡¡ jajaja.

sigue pronto¡¡¡

xD

RAMON MUNTAN dijo...

Si es que los militares tienen el mismo discurso en todos lados Kiko...

¿nos conocemos Kuki Martino Dorujo?

intuyo que sí.

Anónimo dijo...

Sigue tan interesante como siempre Rojo. Yo no le encuentro fallos, qué quieres, por más que quieras que te los avisemos. Bueno, uno pequeño, sintáctico, en el primer fallo. Y es sólo porque no te has dado cuenta. Y lo menciono para contrastar un poco el halago diario :-D

Supongo que es normal el dibujo de Madrid, rancio y facha. Es normal en aquella época. La verdad, los setenta me parecen más rancios y cutres que cualquier década anterior. Todo lleno -según las pelis- de papeles pintados horrendos y de fachadas desmejoradas. Y de 1500. Además, la casa de sus tías era bonita aunque decadente. Y has dicho decadente, que es más encantador que rancio. Yo me imagino un piso bonito. Y qué más me dará cómo me imagine el piso. Y las tías serían como Aurora Redondo, una monada de ancianitas.

En cambio, el coronel es casi un esperpento, ¿no? Ya sabes de dónde soy, y hasta que estábamos acabando el COU, o así, los militares tenían que ir por la calle vestidos siempre con el traje militar, pero nunca los vi con esa pinta. Si parece más de la Guerra del 14, con ese mostacho. Luego, le pones a sacarse cuartos de aquella manera. De los que tengo noticia, para aumentar los ingresos, daban clase en su casa en física, mates vanzadas, etc. Pero bueno, así es más entretenido. Aunque sólo en principio.

A la militara, por más que el otro día la calificabas de atractiva, no la veo así. Pero será cosa mía. Tal vez porque no llegaste a describirla. Sencillamente era una de esas mujeres que los hombres llamaban "de bandera". Y un perico verbenero, claro. Yo la veo mujerona pero excesivamente maquillada, con las comisuras marcadas. Pero Javi no se ha dado cuenta, sólo miró el escote.

Por cierto, no sabía que hubiesen llegado a tanto. Sólo que lo estaba encandilando.

Y otra cosa, Javi se fue de Barcelona sabiendo, en su fuero interno, que lo de Loli no podía seguir. Y Loli me pareció interesante, no habría creído que se liara con ese Edu.

Por otro lado, me habría gustado conocer si había cambiado algo en relación con los amigos, al volver a Barcelona. Si sintió que las líneas paralelas se iban alejando. Es que tampoco sabemos de nadie más que haya conocido en Madrid. Claro, un solo trimestre, pero en Madrid. No me creo que a la salida de clase no se fuera de cañas, nunca, con nadie. Es imposible. Así que tiene que tener amistades incipientes. Y no sólo por eso. También porque su futuro se abre, porque está estudiando. Porque es inteligente y se tiene que dar cuenta de qeu su mundo ya no será Santa Rosa. En todo caso, tenemos cinco años para que nos lo cuentes.

Anónimo dijo...

Ay, Junio

Anónimo dijo...

Sí, Don Espárrago, intuye usted bien buen hombre.

Por cierto, la peli del Graduado ñoña?

RAMON MUNTAN dijo...

Yo no lo creo, Kuki.

Siempre me gustó " El Graduado".

Mercedes dijo...

Caray, Junio ¡eso es un comentario de texto y lo demás son historias!

Me ha encantado. Sobre todo porque has dicho del coronel lo que yo pensaba y no quería decir porque no pareciera que me meto con el capi y su cuento, que es estupendo. Y no creo que ningún militar franquista hablara de los catalanes así, pero bueno en una historia, novela por entregas o relato estas licencias yo creo que están permitidas.

Kuki quién eres??? Con todo yo también te mando un beso. Pero preferiría saber a quién se lo doy :)

Anónimo dijo...

Mercedes, mujer, ¿no dice Rojo que quiere caña?

La verdad es que no he sabido ser más pendenciera. Es que no me sale. Aquí, al menos.

RAMON MUNTAN dijo...

Tomo nota, Junio.

:)

Pero si hay alguien que existe ( si sigue vivo claro) tal y como lo describo ese es el Coronel.

Anónimo dijo...

Ese coronel ¿ Era de los 70, los 80 o los 90?

¡No me digas que existe también la mujer del coronel!

;)


Mercedes

Anónimo dijo...

O sea, que tú estás de verdad un poco metido en Javi. Con cuatro palabras espoleas la curiosidad aún más. Si lo haces adrede. :)

Junio

Anónimo dijo...

Ay, Mercedes, me alegro de que coincidamos. Lo primero que se me vino a la cabeza, pero no me atreví a mencionarlo. :)

Junio

RAMON MUNTAN dijo...

Ya queréis saber más de lo que quiero ( y debo) contar.

;)


Mercedes, yo a principios de los 70 estaba jugando a guerras de indios y soldados yankees en el pasillo de mi casa.

Anónimo dijo...

¿Y a principios de los 90?

Venga, hombre que nos morimos de curiosidad jajaja

Mercedes

Noticias Justas dijo...

Joer, yo en la facultad tenía una amiga y su padre era Coronel en Colmenar Viejo....eso sí, no se llamaba Leopoldo!

Yo demando más morbo, un poco más de erotismo en esta época de consumismo y gula en la que el cuerpo solo pide más...aunque sólo sea como regalito de Navidad...

David Gómez Hidalgo dijo...

Pues yo no creo que sea un capítulo de transición ya que nos da pista sobre los sentimientos del personaje.
El detalle de las lágrimas cuando ve a Loli con Edu, y que no piense en las lágrimas de Loli si lo viera con la mujer del coronel, dice mucho.

A mí me sigue enganchando un montón.

PD: ¿Capitán?, creo que muchos de tus seguidores se pierden al otro Capitán que escribe en tusrelatos. Encuentro a faltar alguno de los relatos que allí publicas. Quizás ya lo estén aquí (tienes que entender que llevo un mes en tu portal) (También decirte que me paso poco últimamente por tusrelatos, y que por eso lo encuentro a faltar aquí).

Un saludo y que siga La Manada.

kiko dijo...

A eso me refería con lo de transición, al cambio de verdad, a q ya no va a arrastrar el lastre de los sentimientos q lo arraigaban con fuerza al barrio y al bar rute, a q a partir de ahora será una historia diferente, nuvas experiencias vitales... no quería decir q fuese un capitulo sin chicha. Perdón por crear esa confusión. :0)

Melibea dijo...

Que sorpresa, después de mucho tiempo desconectada, encontrarme con esta historia por capítulos que me ha enganchado desde la primera frase. Estoy impaciente por seguir la peripecias de Xavier alias Javi. ¿Lograra resistirse a los encantos de Doña Elvira o seguirá jugando a la ruleta rusa con la Star del 9 corto que se calza el coronel? Apuesto por lo primero, sabes que me gusta el morbo. Además... con algo tendrá que consolarse el muchacho.
Te estas convirtiendo en mi vecino favorito. Gracias por aceptarme en tu isla.