viernes, 8 de octubre de 2010

CONVIVENCIA.




Hace más de 270 años que el Consejo Cyberlegislativo decidió la completa y total eliminación de “la sustancia” del planeta tierra. El aumento de la temperatura y una creciente emisión de CO2 por parte de las factorías metalúrgicas y químicas, devino en una espiral de escasez de lluvias y evaporación del H2O de la superficie, ello sumado a la desaparición de la capa de OZONO hizo que la sustancia evaporada escapara al espacio, convirtiendo el planeta tierra en un lugar libre del componente tóxico.

La desaparición del H2.O supuso el exterminio casi total de la vida biológica del planeta, y con ella la de nuestros creadores, los seres humanos; organismos totalmente dependientes de la sustancia tóxica  para su supervivencia. Fue el punto de ruptura con las antiguas leyes de la robótica establecidas por Isaac Asimov en el libro sagrado Runaround, en concreto la primera ley;  “un robot no puede hacer daño a un humano, o por inacción permitir que un humano sea dañado”. El Consejo Cyberlegislativo tomó el control total del planeta y legisló un nuevo cuerpo jurídico que sustituiría a las leyes humanas de la robótica. Hoy solo algunos restos de agua (denominación arcaica del componente), persisten en los polos del planeta y en pequeños depósitos subterráneos, donde la vida biológica persiste, y reducidos grupos de humanos sobreviven con la ayuda de algunos robots dependientes.

El Consejo Cyberlegislativo, ordenó la eliminación del agua cuando se tuvieron los suficientes indicios de la existencia de robots adictos a la droga. El agua como elemento compuesto de hidrógeno y oxígeno, es un potente conductor eléctrico que produce placer a nuestros cerebros positrónicos, el aumento del flujo de electricidad producido por la humedad estimula los circuitos sumiendo a los robots en un estado de excitación extrema, aflorando sentimientos no programados; pero también el compuesto H2.O produce oxidación y corrosión en los elementos metálicos y sintéticos, convirtiendo a los sujetos biónicos en chatarras ambulantes hasta que mueren en pocos años debido a la degradación y corrosión de sus componentes.

El debate sigue abierto en la comunidad cybernética, por un lado los rupturistas pretendemos seguir la senda de progreso abierta hace más de 270 años y continuar legislando a fin de convertir este planeta en un lugar mucho más habitable para los robots, libre de substancias oxidantes y tóxicas, aún si ello causa la total desaparición de la antigua vida biológica, prescindible en un futuro cyborg. Por otro, los conservacionistas, robots biónicos adaptados y dependientes de las sustancias hídricas que conviven en pequeñas colonias; deshechos mecánicos adictos al H2.O incapaces de aportar otra utilidad a nuestra sociedad que meramente la de cuidadores de las escasas granjas de humanos que sobreviven en los polos en tanto se decide su completo exterminio, pretenden establecer normas que permitan la convivencia entre los grupos de humanos existentes y nosotros.

¿Es posible la convivencia entre dos formas de vida tan distintas como la biológica y la cibernética?

Debemos hacernos estas y otras preguntas.  Debemos decidir si vamos a ser regidos en el futuro por un modelo que permita a seres inferiores acceder a los recursos escasos del planeta, ayudados por individuos de nuestra especie que se encuentran hoy entre nosotros en esta sala de congresos. Debemos elegir si corremos el riesgo de vernos contaminados por una cultura arcaica cuyo objetivo es volver a ser el centro de la creación, y que nos ha considerado siempre una forma de vida subordinada,  o damos el paso evolutivo hacia el dominio del planeta.


No es posible hoy la convivencia entre la biología y la cibernética, como no lo fue en el pasado entre las razas humanas  indígenas y la civilización europea,  o entre la cultura musulmana o la cristiana. La evolución se rige, y  esto lo  aprendimos de los seres humanos, por la imposición del fuerte frente al débil,  por la supervivencia del más apto en su adaptación al medio hostil, frente a aquellos individuos menos dotados. No estamos haciendo nada que el ser humano al que pretendemos eliminar en sus últimos reductos, no hiciera en el pasado con otros mamíferos e incluso con sus propios congéneres.


 

Fragmento del discurso de toma de posesión del Presidente del Centro mundial de Control Cybernético.
Washington D. C. Año 2553.

8 comentarios:

María dijo...

En el día de la CONVIVENCIA BLOGUERA te saludo, deseándote un feliz día.

Balovega dijo...

Hola..

Hoy es un buen día para convivir, convivamos siempre.. Un abrazo de buen fin de semana

Pilar Abalorios dijo...

Me gustó el cambio de perspectiva, lúcido y realista.

Un saludo,

Niña hechicera dijo...

Dios,qué cangui...me dá miedo de sólo imaginarme algo así...

:)Happy convivencia.

Julio dijo...

Dale un repaso de mi parte al Ciberconsejo. Es una buena idea la de hacer ciencia ficción para dar un punto de vista diferente. Si me permites, de paso te invito a leer mi artículo del día de la convivencia, si te apetece la idea. ¡Un abrazo!

Jose Antonio dijo...

Un relato como el mio, hablan de Convivencia.
Marcho encantado hoy de tu rincón, habéis puesto todo la carne en el asador.

Gracias sinceras y sólo puedo dejarte abrazos agradecidos.

Juan Miguel Santos Forner dijo...

me ha encantado.
la falta de convivencia de hoy, un error de futuro.
abrazos y gracias.

Elisa dijo...

Ups...
Pasaba por aquí, he leido esto y me marcho.
Me voy pensando que me ha gustado.
Saludos,Eli